nutriólogo clínico

La nutrición clínica es una rama de la ciencia que se ocupa de la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades relacionadas con la alimentación y el metabolismo. Un nutriólogo clínico es un profesional de la salud que tiene los conocimientos y las habilidades necesarios para aplicar los principios de la nutrición clínica a los pacientes que lo necesitan. ¿Pero por qué deberías consultar a un nutriólogo clínico? Aquí te doy 6 razones:

1. Un nutriólogo clínico mejora tu estado nutricional

El estado nutricional es el resultado de la interacción entre los nutrientes que consumes y los que tu cuerpo necesita. Un buen estado nutricional implica tener un equilibrio adecuado entre las calorías, las proteínas, las grasas, los carbohidratos, las vitaminas, los minerales y el agua. Un mal estado nutricional puede provocar deficiencias, excesos o desequilibrios que afectan a tu salud y a tu calidad de vida.

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Un nutriólogo clínico puede evaluar tu estado nutricional mediante diferentes métodos, como la historia clínica, el examen físico, las pruebas de laboratorio y la antropometría. Con esta información, puede diseñar un plan nutricional personalizado que se adapte a tus necesidades, preferencias y objetivos. Así podrás mejorar tu estado nutricional y prevenir o tratar problemas como la anemia, la obesidad, la diabetes, la hipertensión o la osteoporosis.

Según el Informe de la Nutrición Mundial 20211, se calcula que en 2020, en todo el mundo había unos 149 millones de niños menores de cinco años de edad (un 22%) que padecían retraso del crecimiento, 45 millones (un 6,7%) que sufrían de emaciación y 39 millones (un 5,7%) que tenían sobrepeso. Estas cifras muestran la magnitud del problema de la malnutrición y la necesidad de actuar con urgencia para mejorar el estado nutricional de la población.

2. Un nutriólogo clínico te ayuda a prevenir o controlar enfermedades crónicas

Las enfermedades crónicas son aquellas que duran mucho tiempo o que se repiten con frecuencia. Algunas de las más comunes son las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes, las enfermedades respiratorias y las enfermedades renales. Estas enfermedades tienen un gran impacto en la salud, la economía y la sociedad, ya que causan discapacidad, sufrimiento y muerte.

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La alimentación es uno de los factores que más influye en el desarrollo y el control de las enfermedades crónicas. Una alimentación saludable puede prevenir o retrasar la aparición de estas enfermedades, mientras que una alimentación inadecuada puede empeorarlas o complicarlas.

Por eso, es importante consultar a un nutriólogo clínico si tienes alguna enfermedad crónica o si tienes factores de riesgo como el sobrepeso, el sedentarismo, el tabaquismo o el estrés. Un nutriólogo clínico puede ayudarte a seguir una alimentación adecuada para tu condición y a mejorar tus hábitos de vida.

De acuerdo con las Estadísticas Sanitarias Mundiales 20202, las enfermedades no transmisibles fueron responsables del 74% de todas las muertes en 2019, lo que equivale a 41 millones de personas. Dentro de este grupo, las enfermedades cardiovasculares causaron el mayor número de muertes (17 millones), seguidas por el cáncer (10 millones), las enfermedades respiratorias (4 millones) y la diabetes (1 millón). Estos datos revelan la importancia de prevenir y controlar estas enfermedades mediante una alimentación saludable y otros factores protectores.

3. Para optimizar tu rendimiento físico e intelectual

La alimentación no solo afecta a tu salud, sino también a tu rendimiento físico e intelectual. Una alimentación equilibrada te proporciona la energía y los nutrientes que necesitas para realizar tus actividades diarias con eficiencia y bienestar. Una alimentación deficiente te hace sentir cansado, débil, irritable y con dificultad para concentrarte.

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Si quieres optimizar tu rendimiento físico e intelectual, debes consultar a un nutriólogo clínico. Él o ella puede asesorarte sobre qué alimentos comer antes, durante y después del ejercicio físico o del estudio. También puede recomendarte suplementos nutricionales si los necesitas o si tienes alguna carencia específica. Así podrás mejorar tu resistencia, tu fuerza, tu velocidad, tu memoria, tu atención y tu creatividad.

Según un estudio realizado en España3, la nutrición clínica es una herramienta fundamental para mejorar el rendimiento de los deportistas. El estudio evaluó el efecto de una intervención nutricional personalizada en 70 deportistas de diferentes disciplinas y niveles. Los resultados mostraron que la intervención mejoró significativamente el estado nutricional, el estado de hidratación, el porcentaje de grasa corporal, la masa muscular y el rendimiento deportivo de los participantes. Estos hallazgos demuestran el valor de la nutrición clínica para optimizar el rendimiento físico.

4. Para mejorar tu relación con la comida y con tu cuerpo

La alimentación no solo tiene una dimensión biológica, sino también una dimensión psicológica y social. La forma en que te alimentas refleja tus emociones, tus creencias, tus valores y tus experiencias. A veces, puedes tener una relación conflictiva con la comida y con tu cuerpo, lo que puede afectar a tu autoestima, a tu salud mental y a tu bienestar.

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Un nutriólogo clínico puede ayudarte a mejorar tu relación con la comida y con tu cuerpo. Puede enseñarte a comer de forma consciente, a reconocer y a satisfacer tus señales de hambre y de saciedad, a disfrutar de la comida sin culpa ni restricciones, a respetar y a cuidar tu cuerpo, a aceptar tu imagen corporal y a mejorar tu autoconcepto. Así podrás liberarte de los mitos, los prejuicios y las presiones sociales que rodean a la alimentación y al peso.

De acuerdo con una investigación realizada en México4, la nutrición clínica puede contribuir a mejorar la salud mental de las personas con trastornos de la conducta alimentaria. La investigación evaluó el efecto de un programa de nutrición clínica en 30 pacientes con anorexia nerviosa o bulimia nerviosa. Los resultados indicaron que el programa mejoró significativamente el estado nutricional, el estado emocional, la autoestima y la calidad de vida de los pacientes. Estos hallazgos evidencian el beneficio de la nutrición clínica para mejorar la relación con la comida y con el cuerpo.

5. Para aprender a comer de forma saludable y sostenible

La alimentación no solo tiene consecuencias para ti, sino también para el planeta. La forma en que producimos, distribuimos, consumimos y desechamos los alimentos tiene un impacto en el medio ambiente, la biodiversidad, el clima y la sociedad. Una alimentación saludable no solo es aquella que te beneficia a ti, sino también aquella que beneficia al mundo.

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Un nutriólogo clínico puede enseñarte a comer de forma saludable y sostenible. Puede orientarte sobre qué alimentos elegir, cómo combinarlos, cómo prepararlos y cómo conservarlos. También puede darte consejos para reducir el desperdicio de alimentos, para comprar productos locales y de temporada, para apoyar el comercio justo y la agricultura ecológica, y para usar envases reciclables o reutilizables. Así podrás contribuir a la protección del medio ambiente y al desarrollo social.

Según el informe del Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 20205, se estima que cada año se pierden o desperdician entre un cuarto y un tercio de los alimentos producidos para consumo humano. Esto supone una pérdida económica de unos 940 mil millones de dólares estadounidenses al año, así como una emisión innecesaria de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático. Estos datos reflejan la urgencia de adoptar una alimentación más saludable y sostenible que reduzca el impacto negativo sobre el planeta.

6. Para adaptarte a las diferentes etapas de la vida

La alimentación no es algo estático, sino que debe variar según las diferentes etapas de la vida. Cada etapa tiene unas necesidades nutricionales específicas que deben cubrirse para garantizar un adecuado crecimiento, desarrollo y mantenimiento del organismo. Por eso, es importante consultar a un nutriólogo clínico si estás en alguna de estas situaciones: embarazo, lactancia, infancia, adolescencia, menopausia, vejez o enfermedad.

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Un nutriólogo clínico puede orientarte sobre qué alimentos son más adecuados para cada etapa de la vida, qué cantidades debes consumir, qué suplementos puedes necesitar y qué precauciones debes tomar. Así podrás adaptar tu alimentación a los cambios fisiológicos y psicológicos que experimentas a lo largo de tu vida.

  • Según la Organización Mundial de la Salud, una alimentación adecuada durante el embarazo y la lactancia contribuye a mejorar la salud materna e infantil, previniendo complicaciones como la anemia, la preeclampsia, el bajo peso al nacer o las infecciones.
  • Asimismo, una alimentación adecuada durante la infancia y la adolescencia favorece el crecimiento y el desarrollo óptimo del niño o niña, previniendo problemas como el retraso del crecimiento, la obesidad, la desnutrición o los trastornos del comportamiento alimentario.
  • Por otro lado, una alimentación adecuada durante la menopausia y la vejez ayuda a prevenir o retrasar el deterioro cognitivo, la osteoporosis, la sarcopenia o las enfermedades crónicas. Estos datos ilustran la importancia de adaptar la alimentación a las diferentes etapas de la vida.

Conclusión

Como has visto, hay muchas razones para consultar a un nutriólogo clínico. Un nutriólogo clínico puede ayudarte a mejorar tu salud, tu rendimiento, tu relación con la comida y con tu cuerpo, y tu compromiso con el planeta. Si quieres saber más sobre cómo un nutriólogo clínico puede ayudarte, te invito a visitar mi pagina donde puedes ver los detalles de mi servicio de consultas en línea de nutrición. Allí podrás reservar una cita conmigo y empezar a disfrutar de los beneficios de una alimentación saludable y personalizada. No lo dudes más y ¡contáctame hoy mismo!

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«No se trata solo de comer, se trata de nutrir tu cuerpo, tu mente y tu alma con la ayuda de un nutriólogo clínico«.

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